Etiquetas: Vitalidad y salud , Trabajo
25 Septiembre 2019
Se acaba el verano. Se acaban las tardes en las terrazas, las mañanas en la playa y la piscina y las noches al aire libre. La vuelta al trabajo supone para muchos un reto bastante complicado. La astenia otoñal tampoco hace fácil esa vuelta. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo y profesionales del sector nos ofrecen unas pautas para olvidarnos del estrés laboral post-vacacional con vitalidad y salud.
Este es un síndrome que afecta a un 57 % de la población española, según un estudio realizado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés. Cuando sufrimos un síndrome post-vacacional comenzamos a notar los síntomas antes de reincorporarnos. Los últimos días de las vacaciones (los previos a la reincorporación) ya empiezan los cuadros de ansiedad. Además, durante las primeras jornadas, el estrés aumenta a la vez que disminuyen las ganas de hacer nuestra labor. La tristeza o el cansancio sin motivos aparentes o dolores de cabeza habituales en esas jornadas son algunos de los cuadros que se presentan para poder diagnosticarlo.
Es cierto que la mayoría de las personas tienen esos síntomas las primeras jornadas tras su reincorporación, pero eso no significa que haya que dejarlo pasar, porque puede volverse un problema de salud recurrente.
Los expertos señalan unos cuantos consejos para hacer más llevadera nuestra vuelta al día a día.
Cuando hacemos ejercicio, el cuerpo libera serotonina, una sustancia que influye positivamente en nuestro estado de ánimo. No hace falta hacer sesiones largas ni machacarnos en el gimnasio. Con dedicar 10 minutos al día al ejercicio será suficiente para afrontar con mejor ánimo la vuelta al trabajo.
Comer bien también es una buena forma de estar mejor. Las comidas abundantes, con la pesadez y el malestar que conllevan, no nos van a animar a encontrarnos mejor en el entorno laboral.
Un adulto normal debe descansar entre 7 y 8 horas para poder rendir al día siguiente. Si esto no se cumple, el estado de ánimo empeora por el cansancio acumulado y produce una bajada del rendimiento.
Volver al trabajo no significa encerrarse en casa. Tener planes para última hora de la tarde o para el fin de semana reactiva la ilusión y las ganas de hacer cosas.
Las metas deben ser reales. Si la organización de la rutina es buena, no tendremos problemas para acomodarnos a ella.
Los expertos aseguran que, siguiendo estas pautas, quedará atrás el estrés laboral post-vacacional y la vitalidad y salud serán las protagonistas del día a día. De esta manera, rendiremos más en el trabajo y podremos disfrutar de todos los momentos.
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